Guerrera rechazada

ALFA STERN

El sábado ha pasado más rápido de lo que esperaba y aquí estamos. Estoy en la cola con mis Beta Canton y Gamma Darren, y mi pronto compañera de elección, Brianna.

El jueves encontré a esa chica llamada Tricora trabajando con Alfa Martin. Resulta que era mi verdadera compañera. Llevaba el pelo recogido en un moño bajo, era delgada y humana. ¡Imposible! La rechacé más rápido que nada. No iba a tener a una Luna humana como compañera.

Estamos aquí de pie, haciendo cola para registrarnos en esta convención de parejas, esperando que mis hombres encuentren a las suyas y para que yo reclame oficialmente a Brianna. Mis hombres pensaron que fui estúpido por rechazar a la humana, pero fue mi decisión. No la consideraba digna de Luna, fuera quien fuera.

Avanzamos lentamente por la cola para registrarnos cuando Canton me toca en el hombro. Está señalando a la chica que está sentada en la mesa ayudando a facturar y que tiene tatuajes tribales en ambos brazos.

Lleva el pelo recogido en una coleta y muestra sus tatuajes tribales a lo largo del nacimiento del pelo. También vemos un símbolo revelador marcado en su brazo. Una M con una G y una S superpuestas dentro de la M.

Es una guerrera de la Manada de Guerreros de Sangre. Alfa Cannon es despiadado y solo busca a los mejores guerreros.

—Lástima que no sea mi compañera. Humana o no, no me importaría. Solo los guerreros más duros son marcados —susurró Canton.

Nos abrimos paso y cuando ella levanta la vista mi cara se queda sin color. Es esa chica. Se levanta rápidamente, claramente enfadada, y se marcha. Veo que su amiga la persigue encogiéndose de hombros cuando pregunta nuestro nombre.

Cuando se lo doy, veo que su cara se vuelve amarga enseguida. Si es amiga de Tricora, no hay duda de que sabe lo mío.

—Te lo dije, amigo. ¡Había algo diferente en ella, y la rechazaste! —gritó Darren.

—¿Rechazaste a tu pareja? Bueno, de todas formas me prometiste que sería Luna —replicó Brianna.

—Lo sé. Ahora mismo no sé qué pensar.

La veo alejarse cuando un lobo se acerca a ella, agarrándola por el culo. Con un rápido movimiento lo agarra del brazo y lo tira al suelo inmovilizándolo. Ella lo deja levantarse cuando él se escabulle con el rabo entre las piernas.

Empieza a caminar cuando un fuerte gruñido resuena por todo el evento. Es el rey alfa, y todos se inclinan en una reverencia. Incluso la humana se inclina con la cabeza gacha.

Veo al rey alfa caminar hacia ella, gruñendo —¡MIA!

La coge en brazos y se pone a llorar delante de él.

—Recházame como hizo mi último compañero. Está claro que no soy material de pareja porque soy humana —le suplicó.

—Pequeña gatita, ¿por qué iba a hacer eso? ¡Fuiste hecha para mí! ¿Quién rechazó a mi pequeña compañera y la puso triste? —preguntó el Rey Traxton.

¡Joder! Por favor, que no me mire, por favor, que no me mire.

—¡Stern, ¿La rechazaste? ¿Por qué razón?

—Bueno, ella es humana y tengo una compañera de elección.

—¡Bueno, eso es interesante! Rechazaste a la única hija del Alfa Cannon que ha sido entrenada como Luna, entrenada como alfa, es una guerrera de marca y ha ido a la universidad por negocios. ¿No está tu manada luchando ahora mismo? La Diosa nos empareja con nuestra pareja porque nos hará una mejor persona, un mejor alfa, una mejor manada, y tú la rechazaste. Buena suerte para mí, entonces. Gatita, eres mía y serás mi compañera.

—Ahora me doy cuenta de que he cometido un error. Tricora, siento lo que hice el jueves. Por favor, ¿me das otra oportunidad?

—¿Qué demonios, Jack? —me gritó Brianna— ¡Dijiste que sería tu Luna pasara lo que pasara!

—Ella es mi verdadera compañera, y cometí un gran error. Por favor, ¡retiraré el rechazo!

Caigo de rodillas y le ruego que lo reconsidere. Se baja del abrazo del rey alfa y camina hacia mí. Mi lobo Kyro sacude la cabeza y no puedo evitar pensar que sabe lo que le espera. Se agacha hasta quedar a mi altura y sonríe.

—No te reconsideraré como compañero. Ni siquiera lo pensaste dos veces cuando ni siquiera me conocías. Me arrojaste a un lado como basura sin pestañear —se mofó de mí—. Ahora que sabes quién soy crees que todo lo que tienes que hacer es decir «lo siento» y todo estará bien. ¡No! ¡No volveré a ti! Ve y elige compañera, ya que a tus ojos no soy digna.

La miro mientras se levanta y camina hacia él. Lo veo sonreírle mientras se inclina, aspirando su aroma. Los cítricos y la canela que deberían ser míos. ¡Ella será mía!

Cuando huyan y los machos se vayan, la encontraré y la marcaré como mía. No me importa si ahora es del rey alfa, ¡primero fue mía!

***

REY ALFA TRAXTON

Cuando la oí regañarlo no pude sentirme más orgulloso de tenerla como compañera. Humana o no, no me importaba. He esperado años para encontrar a mi pareja y pensé que nunca sucedería.

He estado en todos los malditos eventos de parejas y siempre me he ido un poco triste de ver que otro año pasa, y nada. Visitaba manadas entre evento y evento y seguía sin encontrar nada.

Me había preguntado si alguna vez tendría una compañera. Si de tenerla, ¿dónde la encontraría? ¿Qué aspecto tendría? ¿La reconocería?

Entonces sentí el aroma más embriagador: cítricos y canela. No es una combinación que se me ocurriría, pero ahora que la he olido no me canso de ella. Entonces la vi, y cuando derribó a ese lobo casi me vuelvo loco, ¡y mi lobo Axel también!

Cuando se inclinó y me acerqué a ella viendo sus tatuajes tribales por los brazos, la marca y la raya del pelo, mi lobo Axel supo exactamente quién era e hinchó el pecho.

Saber que acaba de ser rechazada hace un par de días por Stern y que ahora él está tratando de recuperarla me hace sospechar que intentará algo, tendré que vigilarlo.

Axel dice que hay una loba ahí dentro pero que no puede comunicarse con ella.

Se acerca a mí mientras vuelvo a la cola para registrarme y conseguir mi habitación. Para estos eventos alquilan un hotel de la zona y todos los que vienen consiguen una habitación. Hacen un recuento para saber quién va a venir y cuántas habitaciones tienen que conseguir cada año.

Estoy en la cola esperando cuando ella se acerca, se sienta y nos registra. Veo cómo la chica que está a su lado sonríe y guiña un ojo mientras se levanta y camina hacia mí.

—Aquí tienes la llave —me dice mientras se da la vuelta para marcharse. La agarro rápidamente y la atraigo hacia mí. No puedo perderla de vista. No me fío de Alfa Stern ni de lo que intentará hacer para recuperarla.

—Por favor, quédate conmigo, ¡acabo de encontrarte y quiero saberlo todo sobre ti!

Sonríe y mira a su amiga, que le hace un gesto para que se vaya. Entonces me mira a mí asintiendo con la cabeza y nos dirigimos a mi habitación. Cuando entramos en el ático y la puerta se cierra, la cojo y la levanto, aspirando su aroma.

Los cítricos y la canela son ahora mi nueva droga. Me acerco y me siento en el sofá mientras ella se sienta a horcajadas en mi regazo y la abrazo. Mantengo la cara hundida en su cuello, oliendo su aroma mientras ella se ríe pasándome los dedos por el pelo.

Después de unos minutos me siento y la miro. Mi diosa es absolutamente perfecta. La miro y se me pone dura pensando en todo lo que quiero hacerle. Sus ojos son preciosos y cuando los miro puedo ver lo que parece una loba, pero está atrapada.

Tenemos que averiguar cómo dejar salir a su loba. Enlazo mentalmente a mis hombres para averiguar si pueden saber. Sugieren marcarla, pero tengo que esperar hasta la carrera dentro de un rato. Dudo mucho que pueda esperar tanto.

No puedo dejar que llegue hasta ella, así que haré que mis hombres apareados la vigilen. Excepto que ahora que lo pienso, no es que ella pueda transformarse y correr como los otros. ¿Así que qué hago?

Hago que mis hombres consulten a los organizadores del evento. Espero pacientemente una respuesta y no puedo evitar reírme mientras ella se queda mirándome. Al cabo de unos minutos, mi enlace mental me dice que, como es humana, ya puedo marcarla.

Se me dibuja una enorme sonrisa en la cara porque presiento que esto va a ser muy interesante.